Título: Manual De Instrucciones Para El Fin Del Mundo | Autor: César Mallorquí |

Editorial: Ediciones SM | ISBN: 978-84-91825-22-7 | Páginas: 200

SINOPSIS
Lo llaman «Miyazaki» y es un parásito. Te vigila desde cualquier ordenador, cámara o móvil conectado a la red. Te controla. Y tiene un plan para destruir el mundo. Sabes de lo que estoy hablando, ¿verdad? Pues presta atención: todavía queda una esperanza. La Resistencia se está preparando para contraatacar. Somos pocos, pero no vamos a rendirnos sin luchar. Únete a los Wizards… Mientras Óscar Herrero vagabundea por el norte de España sin dejar de pensar en Judit, Tristan Hacher estudia los efectos de la bacteria Sokaris en un laboratorio al sur de Francia; Dolores Smith descubre algo extraño sobre la empresa informática Tesseract Systems, e Ichiro Tanaka huye de Tokio siguiendo el rastro de un pendrive y una novela de César Mallorquí. Y, entretanto, Black-Cat está reuniendo a hackers de todo el mundo para hacer frente al parásito porque... Miyazaki te vigila. Internet es Miyazaki.

"Manual De Instrucciones Para El Fin Del Mundo" es la esperada continuación de "La Estrategia Del Parásito".

Si el primer libro me mantuvo enganchada, no tengo palabras para explicar la vorágine de sensaciones que me ha producido este último.
En él se introducen más personajes, los cuales se irán abriendo ante nuestros ojos como una delicada flor, revelando información muy, pero que muy relevante. Os chivaré que, uno de estos personajes nuevos, contará un dato (que deja patidifuso a cualquiera) sobre Miyazaki.

Más persecuciones, informaciones nuevas, secretos guardados en bases ocultas... vamos, que la novela no tiene desperdicio alguno. Y, si aún no sabéis nada de la trilogía "Crónicas Del Parásito", estáis desechando aventuras, intriga y, misterio.


César Mallorquí, autor y personaje secundario del libro, crea una historia adictiva., sencilla y fresca. Según va avanzando la trama, todos los cabos sueltos van uniéndose entre sí, formando una red perfecta.


El final, al que llegas con la lengua afuera de tanto correr por las páginas, vuelve a ser de infarto. Desde luego, la última parte va a ser la guinda del pastel.