"Machas Difíciles" es simple y llanamente una auténtica maravilla. No puedo expresarlo mejor.

El hotel-balneario Ambathador tiene, a sus espaldas, unas cuantas historias tétricas, pero en el presente tampoco es que se quede atrás. 

Un periodista se infiltrará entre los clientes del hotel e intentará desentrañar los misterios que rodean a este y, si la investigación da sus frutos, quizá suponga el cierre del Ambathador. Pero Wendolyn no lo permitirá.

Wendolyn lleva paseando por aquel edificio demasiados años. ¿Se aburre? Sí, pero ello no significa que quiera el cierre del hotel. Así que urdirá un "plan perfecto" que incluye al extraño Norman Tywyll, para conseguir que eso no suceda.

¿Saldrá todo según lo planeado?

Ha resultado ser una historia muy divertida a la par que inquietante. Los personajes, peculiares y originales, han sabido transmitir la tensión que se merecía cada una de las escenas; a parte de que tienen unos caracteres bien marcados y dispares.

A través de capítulos cortos, el autor ha sabido absorbernos y deleitarnos con esta sencilla, pero inigualable historia. El toque de humor que aporta alguno de los personajes es lo que la hace aún más especial.

Un hotel en decadencia, con un personal que sigue la misma línea. Muertes, fantasmas, un periodista metiendo las narices donde no le llaman. "Manchas Difíciles" es una historia rodeada de un halo de misterio y, en el que el humor negro no puede faltar.

Fresca, original, ágil. Andrés, es la primera vez que leo algo tuyo, pero sin duda es algo a lo que debo poner remedio. Eso sí, necesito más historias en el hotel-balneario Ambathador.